30 de agosto de 2015

En Madrid se cuestiona la ITE


En los últimos días se ha suscitado el debate sobre el valor de la Inspección Técnica de Edificios, ITE, los edificios colapsados en Madrid últimamente han puesto en cuestión la ITE, pues en ambos casos los edificios habían pasado esta inspección. El hecho de que los derrumbes hayan coincidido en el tiempo, el consiguiente riesgo para la vida de las personas y la perdida patrimonial que el suceso ha provocado, hace que salten las alarmas administrativas y políticas, a partir de ahí los medios de comunicación exponen un problema (como pueden o como saben) y en muchos casos obtienen conclusiones no siempre bien fundadas.



Este artículo no entra a valorar los fallos de Madrid, pues no se cuenta con información suficiente para poder analizar las causas y establecer un dictamen atinado del suceso;  entraríamos en el campo de las conjeturas y no es lo conveniente para valorar algo tan complejo como es la Inspección Técnica de los edificios.

Resulta muy preocupante el debate suscitado en la actual coyuntura política en la Comunidad de Madrid, con unos medios de comunicación necesitados de noticias  de impacto en época estival y con un asunto tan sensible como es la vivienda y la seguridad de las personas; se plantea un escenario poco adecuado para el análisis sosegado que la Inspección Técnica de Edificios ITE requiere, es probable llegar a conclusiones precipitadas, equivocadas y alejadas de la realidad, solo el hecho de que existan sospechas razonables de actuaciones posteriores a la ITE (obras en local con afección estructural) debería hacer que los "señores" políticos y periodistas fueran más cautos en sus declaraciones sobre la ITE.


No obstante, los colapsos de Madrid deberían ser tomados en cuenta por los técnicos inspectores de edificios existentes, y hacernos reflexionar sobre el objetivo ITE, los protocolos de inspección empleados y los criterios de valoración a la hora de enfrentarnos a cualquier ITE, evidentemente los honorarios son un factor importante pero no podemos caer en el grave error de condicionar nuestro procedimiento ITE a los honorarios acordados o al origen del contrato suscrito con un determinado contratista, en cualquier caso el inspector asume personalmente la responsabilidad directa de asesoramiento sobre el estado del edificio y sobre todo del grado de seguridad que ofrece. Aunque a veces alguien pueda asociar la ITE a un simple trámite en el Ayuntamiento, la ITE va mucho más allá y finalmente una mala ITE puede ocasionar cierto perjuicio patrimonial al propietario, el cual puede reclamarlo posteriormente con  razón aunque en un principio este propietario no conociera las ventajas de una buena ITE, probablemente en el momento del encargo se lo adjudicó al más barato o "le sacó" la ITE gratis al contratista que le arregló el tejado. A modo de ejemplo,  podemos citar aquella reclamación que los propietarios hacían al técnico ITE por no haber detectado los xilófagos que afectaron de forma irreversible la estructura de cubierta de su edificio poco tiempo después de la inspección, el hecho de que contrataran la ITE a la baja, o que incluso ni conocieran al técnico, no les impide reclamar ante un supuesto perjuicio, pues con una detección precoz la reparación estructural de la cubierta seguramente habría sido mucho menos costosa.

Por definición la ITE es la evaluación del estado de conservación del edificio y en consecuencia la verificación del grado de seguridad, está legislado que es una inspección de carácter VISUAL, por lo que opiniones que tachan la ITE de poco rigurosas ya que según ellos, no van más allá de "una revisión por encima" son infundadas; en un primer momento en la visita del inspector al edificio debe obtener información suficiente, signos o síntomas patológicos,  posteriormente en fase de análisis el técnico valorará el estado del edificio y dictaminará si es necesario ampliar el reconocimiento (utilizar equipos de elevación, realizar calas, ensayos de diagnóstico, etc.) e iniciar un estudio patológico o por el contrario la levedad de los síntomas permite obtener conclusiones definitivas sin dificultad, quizás sea aquí donde resida la mayor complejidad de la ITE, la ITE debe ser mucho más que manejar una cierta plantilla o herramienta informática.

Nos podemos preguntar ¿es posible no comprobar signos o síntomas patológicos en un edificio que colapsa 2 o 3 años después?,  la respuesta no es sencilla pues dependerá del origen del fallo y del sistema estructural del edificio; pero si hay que responder parece lógico pensar que en una construcción tradicional el proceso de deterioro o de desestabilización provocará daños en la obra secundaria, tabiques y cerramientos se rompen por aplastamiento o por giros en la estructura, abombamientos o deformaciones excesivas en paños, puertas descuadradas, etc. etc., por lo que parece lógico pensar que la inspección del edificio posteriormente colapsado no fue acertada; solo se entendería en el caso de un reconocimiento escaso o nulo del edificio y/o un mal análisis de los síntomas patológicos comprobados; como veíamos anteriormente la evaluación de la trascendencia estructural de los signos observados puede ser lo más difícil de abordar y es en ese momento cuando el técnico debe exigir la realización de pruebas y estudios patológicos que irán más allá de la propia ITE, no basta con relacionar indicios patológicos sino que es necesario analizar la trascendencia estructural y asesorar a la propiedad en el procedimiento a seguir posteriormente.

Los derrumbes sucedidos en Madrid han generado dudas sobre la eficacia de la ITE, ahora bien, la extrapolación de esas dudas a las miles de ITE´s que se han venido realizando en los últimos años es injusto además de precipitado, teniendo en cuenta que podrían existir actuaciones posteriores a la ITE con afección a algún elementos estructural. En este sentido, debemos tomar nota y entender como el control de actuaciones posteriores a la ITE en los recintos privados adquiere especial relevancia y debe ser una reserva que el inspector debe reflejar en su documentación. Cualquier intervención posterior que afecte a algún elemento estructural invalida la ITE realizada anteriormente.

Efectivamente la administración debe ocuparse de la ITE y en lugar de cuestionar su utilidad, debería difundir entre la población los beneficios de la Inspección Técnica de los edificios, debería poner en valor el trabajo de miles de técnicos que prestan servicios de inspección técnica ITE desde la responsabilidad e imparcialidad, unos profesionales formados y comprometidos por dar el mejor servicio a sus clientes; el mensaje del Concejal de Madrid en el escenario del derrumbe no es admisible, pues puso en duda la misión de todos los profesionales ITE seguramente sin datos. La administración debería atender los datos globales que arroja la ITE en España, se pone en evidencia la falta de mantenimiento de los edificios, con la consiguiente devaluación patrimonial pues se produce una pérdida de vida útil cada vez más acelerada. Los casos de derrumbe en Madrid no ponen en cuestión la ITE, sino que indican la necesidad del técnico de mantenimiento o técnico de cabecera que en su labor mantenedora es seguro que advertirá situaciones de riesgo o deterioro mucho antes que cuando corresponda por fecha al técnico ITE y por supuesto en los casos en los que se actúe en la estructura posteriormente a la inspección.

Por este debate, quizás los técnicos, a título particular, debemos cuidar  la Inspección Técnica de Edificios ITE, pues probablemente no se hayan hecho las cosas como se deberían, la escasez de honorarios y la ITE encargada por  un contratista poco solvente e interesado podrían condicionar la calidad de la inspección técnica; como todo producto, la Inspección Técnica de Edificios ITE, debe ser cuidada para que resulte atractivo al futuro cliente y además nos proporcione clientes satisfechos; no es fácil, pero solo desde la formación continua, la responsabilidad profesionalidad y la imparcialidad, podremos mantener y/o hacer de la Inspección Técnica de Edificios ITE una misión fuera de toda sospecha.



2 comentarios:

  1. Buenos días

    Para mí es una cuestión de honorarios. A mi entender todo esto está muy bien, pero cuando no tenemos detrás una empresa privada semi-monopolio (o MONOPOLIO del todo) como las ITV en la que te ponen el precio que les viene en gana y te obligan a pasar por el aro si tus neumáticos no tienen dibujo, nosotros los técnicos no debemos por más, con nuestros honorarios abiertos, bajarnos los pantalones y tomar una responsabilidad brutal a la hora de dictaminar la situación particular de un edificio, muchas veces sin las suficientes herramientas que nos capaciten para dilucidar dicha situación. Total, mucha responsabilidad, competencia feroz. Somos carne de cañón.

    Creo que es necesaria la inspección, no por que cobre por ello, pero creo que está mal enfocado y mil veces le digas a alguien que eso va en su beneficio y su propia seguridad, que no deja de verse como un impuesto revolucionario, tal que las ITV.

    Se deberían establecer honorarios mínimos para poder hacer frente a las posibles vicisitudes en las que se tenga el peligro de incurrir. No se confunda con una actitud timorata, si no más bien de lo que es justo y de lo que no. Un compañero mío cobra 40€ por un CEE y francamente, son una birria, pero claro, "pa lo que cobro" y encima los hace el que tengo en prácticas. Nefasto.

    Saludos

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    1. Buenas tardes pdrolopz, lo primero agradecer tu mensaje, totalmente de acuerdo contigo en que tenemos un problema de honorarios y estaría bien el establecimiento de unos honorarios mínimos pero mucho me temo que es muy improbable conseguirlo por no decir imposible; yo siempre abogo por la referencia del baremo de honorarios orientativos de los Colegios que existían y siguen siendo válidos al estar afectado por un coeficiente de actualizacion, quien quiera puede tener una referencia de honorarios sobre la que tarifar su servicio.

      Aquí podría venir bien el ejemplo de otros profesionales, pongamos el caso de los odontólogos, tradicionalmente cada dentista montaba su clinica y se ganaron la fama de caros pues sus tarifas eran altas, nunca estuvieron establecidas, los había más caros y menos caros, cada uno ponía el precio que pensaba merecer; ahora bien, en la actualidad estamos viendo que se abren muchas clínicas dentales en locales comerciales, con varios odontólogos (normalmente jovenes) contratados por un franquiciado que acondiciona el local y pone tarifas mucho más reducidas que el dentista tradicional; esto está provocando el ajuste de los precios, pero en ningún caso el dentista adaptará la calidad de su trabajo a esta rebaja de honorarios y supongo que ninguno cobrará por debajo de lo que le corresponde. Por tanto, en el ámbito profesional no se puede justificar una rebaja en la calidad del servicio por los honorarios, cada profesional tendrá un precio y cada usuario decidirá si quiere un servicio "low cost" sin garantía o de un profesional que ofrece una mayor dedicación y un valor añadido en su servicio.

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