21 de enero de 2013

El correcto mantenimiento de las instalaciones térmicas es la clave para la Certificación de la Eficiencia Energética del Edificio




Con la Certificación de la Eficiencia Energética de los Edificios Existentes, los certificadores procederemos a la inspección y toma de datos de las instalaciones térmicas del edificio, el objetivo es estimar el rendimiento de los equipos generadores de calor o frío para poder calificar la Eficiencia Energética del Edificio de la forma más real posible. La cuestión podría ser ¿tenemos las instalaciones térmicas de los edificios existentes bien mantenidas? o la Certificación de la Eficiencia Energética descubrirá que hay que mejorar.


Obviamente, en el caso de las instalaciones de calefacción y agua caliente sanitaria, debemos contar con la documentación técnica que identifique los equipos generadores, la documentación del mantenimiento realizado y la lectura de los consumos en el plazo que el certificador estime oportuno, de la Guía práctica sobre instalaciones centralizadas de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) en edificios de viviendas, podemos comprobar las siguientes prescripciones de mantenimiento:

El R.D. 1027/2007 (RITE) es de aplicación a todos los edificios de nueva construcción, a las rehabilitaciones y a las reformas de las instalaciones existentes, ahora bien las prescripciones de mantenimiento del RITE también son obligatorias en los edificios existentes.

El mantenimiento de las instalaciones pretende asegurar su funcionamiento a lo largo de su vida útil, con la máxima eficiencia energética y garantizando la seguridad, la durabilidad y la protección del medio ambiente. Para ello se establecen los siguientes programas:

·        De mantenimiento preventivo.
·        De gestión energética.
·        De funcionamiento.
·        Instrucciones de manejo y maniobra.
·        Instrucciones de seguridad.

La empresa mantenedora debe suscribir anualmente un certificado de mantenimiento en el que se hagan constar los resultados de las operaciones realizadas. La instalación dispondrá también de un programa de gestión energética. En dicho programa se requiere que la empresa mantenedora realice un análisis y evaluación periódica del rendimiento de los equipos generadores de calor en función de su potencia térmica nominal instalada midiendo y registrando sus valores.

Asimismo, ha de cumplir las funciones de asesoramiento energético, para lo cual debe realizar un seguimiento de los consumos –tanto de energía como de agua- con el fin de poder detectar posibles desviaciones y tomar las medidas correctoras oportunas. Debe informarse también al usuario de las mejoras o modificaciones a realizar que redunden en una mayor eficacia.

De lo anterior podemos pensar, que el rendimiento real de las instalaciones térmicas, sobre todo en el caso de instalaciones centralizadas, deberíamos obtenerlo a través de la empresa mantenedora, pues según la Guía esta empresa se responsabilizará de:

·        Atender la instalación de manera que cumpla las prestaciones para las que fue proyectada.
·        Supervisar el funcionamiento de todos sus componentes para logar ese objetivo.
·        Corregir las desviaciones que se produzcan, en cuanto sucedan.
·        Cuidar la seguridad de la instalación y consecuentemente la de los usuarios.
·        Procurar que el gasto de energía sea el mínimo.
·        Tener en cuenta los beneficios ambientales derivados del funcionamiento óptimo de la instalación.

Para descargar la Guía Práctica sobre instalaciones de calefacción y agua caliente sanitario (ACS) en edificios de viviendas, haga click AQUÍ.

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