Continuando con nuestra serie de “Consecuencias de la paralización inmobiliaria en España”, traemos una nueva imagen cada vez más habitual; alguien podría pensar “que bien, una obra va a comenzar”, pues no, los barracones están en un terreno más rústico que un danone de morcilla y es la salida que utilizan muchos proveedores de maquinaria o constructores al vender los barracones de obra a los hortelanos aficionados y acaban en las parcelitas como almacén de aperos.
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